El 14 de junio tiene una especial significación para la Revolución Latinoamericana: es la fecha que conmemoramos el natalicio de Ernesto Che Guevara y Antonio Maceo, dos próceres de la independencia de Cuba y ejemplo para las revolucionarias y los revolucionarios en el mundo entero.
Para la época en que Antonio Maceo luchó por la independencia de Cuba, el último bastión del imperio español en América, los liderazgos locales que promovían la lucha, fueron permeados por la cultura caudillista que condujo a sucesivas derrotas por falta de unidad.
La visión de Antonio Maceo le permitió revertir este estigma de las luchas latinoamericanas al coordinar los esfuerzos de todos los lideres locales descontentos por el llamado Pacto del Zanjón, mediante el cual las fuerzas españolas garantizaban un indulto a los mambises sin asegurar el cumplimiento de los objetivos revolucionarios.
Para la época en que Antonio Maceo luchó por la independencia de Cuba, el último bastión del imperio español en América, los liderazgos locales que promovían la lucha, fueron permeados por la cultura caudillista que condujo a sucesivas derrotas por falta de unidad.
La visión de Antonio Maceo le permitió revertir este estigma de las luchas latinoamericanas al coordinar los esfuerzos de todos los lideres locales descontentos por el llamado Pacto del Zanjón, mediante el cual las fuerzas españolas garantizaban un indulto a los mambises sin asegurar el cumplimiento de los objetivos revolucionarios.
Antonio Maceo rechazó con energía las sediciones militares de Lagunas de Varona y Santa Rita, que minaron la unidad de las tropas independentistas y favorecieron el clima regionalista de la región de Las Villas, a cuyos campos se negó a acudir el Mayor General Vicente García (conocido como el León de Las Tunas), lo que a la larga impidió la invasión de la Revolución al occidente del país. Las intenciones divisionistas y los propósitos imprecisos y oscuros del General Vicente García fueron rechazadas de plano por Maceo cuando el León de las Tunas, ansioso de protagonismo pero sin objetivos claros en su conducta, buscó su apoyo para el establecimiento de un nuevo gobierno revolucionario.
Las divisiones, el regionalismo y la indisciplina contribuyeron a evitar la invasión a occidente y propiciaron un languidecimiento de la Revolución, de lo cual se aprovechó el general español Arsenio Martínez Campos, militar de honor que ofreció garantías de paz, amnistía para los revolucionarios y reformas legales a cambio del cese de las hostilidades, que para 1878 cumplían 10 años. Al mismo tiempo, el gobierno español de Cuba seguía concentrando fuerzas para cercar a las huestes mambisas, cada vez más escasas
El 26 de marzo de 1878, Antonio Maceo, en carta dirigida al Mayor General Julio Sanguily expresó: “Enterado, como he dicho antes, por el General Gómez y demás señores, procedí -aunque descendiendo de mi jerarquía militar- a unificar las opiniones de todas aquellas fuerzas sublevadas por causas del movimiento o de los diferentes movimientos políticos, con el fin de que, unidos todos, procediésemos a formar un nuevo orden de cosas que su estabilidad nos condujese a la salvación de nuestros principios.”
De esta manera, Antonio Maceo relataba los hechos que se conocen en la historia de la independencia de Cuba como la Protesta de Baraguá, respuesta política que colocó en primer plano los objetivos básicos por los cuales los cubanos se habían lanzado a la lucha contra el gobierno español y que, contenidos en el Manifiesto del 10 de Octubre dado a conocer por Céspedes el día que se lanzara a la lucha, fueron defendidos durante diez años por miles de cubanos en los campos de batalla a lo largo de la Isla.
Por eso hoy, al conmemorar el 165º Aniversario del Natalicio del llamado Titán de Bronce, le reconocemos su claridad política y desprendimiento que permitió forjar la unidad de las fuerzas revolucionarias cubanas para retomar los objetivos de la lucha por la independencia que, aunque fracasó en varias oportunidades, siempre estuvo viva en el alma del pueblo cubano y consiguió en el Movimiento 26 de Julio, en Fidel, Raúl, El Ché, Camilo, los guerrilleros y guerrilleras de la Sierra Maestra, el empuje final para concretar la completa y definitiva independencia.
ERNESTO CHE GUEVARA
Otro ejemplo de la unidad revolucionaria: el Comandante Ernesto Che Guevara, nació también un 14 de junio, en el año 1922. Luego de formarse en su tierra natal, Argentina, el Che recorrió América de Sur, para compenetrarse de la realidad de nuestros pueblos, a más de 100 años de su independencia de España, ahora sumidos en una nueva dominación: la hegemonía de los Estados Unidos, oportunamente denunciada por Simón Bolívar y luego por José Martí.
Luego de conocer a Fidel en México, se incorpora en la Expedición del Granma, para internarse en la Sierra Maestra y cumplir una extraordinaria jornada de lucha, demostrando siempre ese pensamiento de Martí: ”La mejor manera de decir es hacer”, que lo hizo merecedor de los más altos honores de la triunfante Revolución Cubana.
Para el Che, la clave del éxito revolucionario es la unidad. Así nos lo dejó expresado en muchas de sus intervenciones públicas. El 30 de septiembre de 1960, expresó “…todos los pueblos del mundo deben unirse para conseguir lo más sagrado, que es la libertad, que es el bienestar económico, que es el sentimiento de no tener absolutamente ningún problema insalvable por delante…”
Luego, en 1967, en mensaje dirigido a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental, propuso que “Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica.”
Para el Che, la unidad es la garantía del éxito en la lucha revolucionaria. Revolución sin unidad es una contradicción que inexorablemente terminará en fracaso. Lamentablemente en la historia tenemos muchos ejemplos de procesos emancipatorios que han sucumbido a las agresiones de los intereses imperialistas producto de la falta de unidad.
LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
Hoy estamos viviendo un momento trascendental para la Revolución Bolivariana, Latinoamericana y mundial. Hemos decidido construirla a partir de la libre y democrática voluntad del pueblo en elecciones y eso nos coloca ante una nueva jornada de defensa y profundización, cuando el próximo 26 de septiembre acudamos a las urnas para elegir a la nueva Asamblea Nacional que impulsará el proceso legislativo y político de la Revolución en los próximos 5 años.
No es el momento de pensar en individualidades. No es el momento de divisiones, regionalismo o indisciplina, que tanto daño han hecho en nuestros procesos revolucionarios. Nos estamos jugando el futuro de esta experiencia inédita que ya se ha convertido en referencia para los sueños de transformación de los pueblos de América Latina y del mundo.
Vamos a nutrirnos con el ejemplo de estos dos legendarios revolucionarios, cumpleañeros del día de hoy; con el ejemplo de un pueblo como el cubano, que ha internalizado este legado y ha logrado mantener la unidad revolucionaria durante más de 50 años; vamos a cerrar filas con el Comandante Chávez a la vanguardia para asegurar otro triunfo contundente que nos asegure la profundización y permanente perfeccionamiento de la Revolución Bolivariana, ahora rumbo a la construcción del Socialismo.
Vamos a honrar la memoria del Che, en el 72º Aniversario de su nacimiento, hagamos realidad ese deseo expresado en la frase: “Si fuéramos capaces de unirnos… que hermoso y que cercano sería el futuro”.
Horacio Pinto V.
14 de junio de 2010
